"reunión cumbre"

"reunión cumbre" de la música latinoamericana llega a Buenos Aires.

 El peruano Alex Acuña, los uruguayos Rubén Rada y Francisco Fattoruso y los argentinos Luis Salinas, Jorge Navarro y Gustavo Bergalli
se reunirán para ofrecer tres conciertos con la apuesta de improvisar bajo las reglas del jazz, el tango, el folclore y el candombe.
tocarán el 14 de junio en el Teatro Coliseo de La Plata, el 15 en el Teatro El Círculo de Rosario y el 16 en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.
"Se van a tocar tangos, zambas, canciones folclóricas, joropos... lo importante es hacer música y, sobre todo, improvisar,
porque sin ese acuerdo este encuentro no se hacía", aportó uruguayo Rubén Rada.
El guitarrista Salinas aseguró que "cada concierto va a ser diferente y eso es lo maravilloso", mientras que Bergalli —destacado trompetista de la escena local del jazz— explicó que "se estableció una pauta inicial para el repertorio pero se trata siempre de una pauta abierta".


Además de Navarro, Salinas, Bergalli y Rada, que se juntaron para adelantarle a Télam los detalles del encuentro, el grupo sumará al bajista uruguayo Francisco Fattoruso y al baterista peruano Alex Acuña, figura mundial del jazz e integrante del legendario Weather Report con Joe Zawinul, Jaco Pastorious y Wayne Shorter.


¿Quien tuvo la iniciativa para este encuentro?


Navarro: Este proyecto se fue hablando durante mucho tiempo: algunas veces se cayó, fue madurando, pero era algo que inevitablemente se iba a producir. Cuando lo llamo a Rubén Rada, que siempre está muy ocupado, me da una contestación increíble: no preguntó cuándo, no preguntó cuánto; enseguida dijo “voy”.


Nadie puso ninguna condición porque entre todos hay una admiración mutua.


Salinas: Que un tipo como Rada, que ganó un Grammy a la trayectoria, te conteste así te define los valores que tiene.


Rada: Será un buen momento para recordar el hambre que hemos pasado, las veces que tocábamos, por ejemplo, en Jazz & Pop y salíamos con 10 dólares en el bolsillo.


Bergalli: Va a haber una gran fantasía de colores musicales. Somos todos muy extrovertidos y alegres, pero no por eso la sonoridad debe dejar de sentirse profunda.


Tienen formaciones y lenguajes que no siempre coinciden punto por punto. ¿Eso supone algún conflicto técnico a la hora de armonizar el conjunto?


Bergalli: Nos une el swing.


Salinas: Y la voluntad de hacer música con sinceridad.


Navarro: No se trata de estilos. La diversidad siempre te enriquece. Mientras más se mezcla, mejor salen las cosas. Yo nunca habría tocado candombe si no fuera por Rada.


Nos manejamos con el sentimiento del jazz, que es la idea de libertad. Pero eso no siempre fue así. Hoy Hermeto Pascoal o Ástor Piazzolla pueden oírse en el contexto de un festival de jazz, pero antes, si te salías de (Louis) Amstrong te decían que no era jazz, era todo muy esquemático.


Navarro: La intuición ocupa un lugar importante en la música. Pasaba con (Louis) Amstrong, (Charlie) Parker o (Carlos) Gardel. Es el alma de la cuestión lo que vale. Lo otro es simplemente la codificación.


Salinas: No nos ponemos a hablar de una quinta disminuida o un acorde de novena. Scott Henderson siempre dice que hay músicos que piensan una frase y luego la tocan, y otros que simplemente la tocan. Lo que importa es el resultado.
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