El segundo es que ya no es una contrabajista que, ocasionalmente se atreve a cantar, sino que casi pasa a ser lo contrario, una vocalista que también toca el contrabajo. Seguramente animada por los buenos resultados obtenidos en su debut, aquí desarrolla ampliamente su faceta de cantante, algo positivo porque favorece una mayor variedad del conjunto, pero que no acaba de ser plenamente satisfactorio porque es mucho mejor contrabajista que vocalista: su registro vocal es limitado, aunque es muy meritorio que cante en español, portugués e inglés.
Por otra parte, no sé si es premeditado o una consecuencia de la coexistencia de sus múltiples influencias, pero parece que conviven dos Esperanza Spalding en Esperanza. Por una parte observamos su predisposición a sumergirse en el exigente y estimulante terreno del jazz de vanguardia, a poner en marcha una jam con sus colaboradores, a improsivar. Sin embargo, esta tendencia no es la mayoritaria, porque predominan los cortes en los que propone una reinterpretación, más o menos convencional, de los estándares del jazz vocal (pese a ser a través de composiciones propias) o, peor aún, del más conformista jazz-pop. Pero ni siquiera en estos últimos casos pierde el atractivo su música, porque siempre hay algún elemento (un pasaje vocal, un apunte al contrabajo, unos arreglos especialmente inspirados…) que nos recuerda el enorme talento de Esperanza Spalding.
Además, esta ambiciosa apuesta por la variedad representa, en sí misma, una aventura para el oyente, que asiste a una sorpredente sucesión de piezas influenciadas por las músicas brasileñas o latinas, por el soul, el R&B, el post-bop… Parece inevitable que la estadounidense sienta el deseo de explorar todas sus inquietudes, pero sería bueno mayor concisión o, si fuese necesario, que realizase álbumes monotemáticos, eligiendo cada vez entre una de sus muchas influencias.
El debut de Esperanza Spalding conduce la corriente principal del jazz moderno con un trío de piano clásico. Su emocional voz sin palabras y su locuaz ejecución del bajo ofrece una celebración encantadora de la música como arte popular. La manera de tocar el bajo de Spalding se percibe mientras ella interpreta reconocidos tradicionales de jazz así como nuevos y frescos originales.
Spalding, nacida en 1984, es más jóven que la mayor parte de las estrellas del jazz. Aún así la fiereza de su trío demuestra que estos músicos han pagado el derecho de piso varias veces. La líder, nativa de Portland, Oregon, se graduó en
Su pianista y baterista en esta obra, Aruán Ortiz y Francisco Mela, son de Cuba. Ella ha escogido dos de lo mejores para su salva de apertura en el competitivo mundo de la música. De sus posibilidades, ella dice, "Si su música se propone para estar ahí, y se atiene a ello y pone todo lo que usted tiene en esto, le conviene asegurarse que alguien tome una buena foto suya, esto funcionará". Pienso que ella está en camino al éxito. No se puede discutir contra el buen gusto.
En lugar del vocalese, Spalding usa un modelo mudo suave, que permite a una vocal fluir a la siguiente. No es diferente de los sonidos portugueses que a menudo conducen al nova bossa. Ella realmente canta una canción con letra, "Junjo", sin embargo, sólo para acentuar este punto aún más fuerte. "Cantora de Yala", cantado en español con nada más que el acompañamiento de bajo, fluye naturalmente con un encanto conmovedor.
La interpretación de "Humpty Dumpty" de Chick Corea ofrece la mejor mirada de la ejecución del bajo de Spalding. Le gusta moverse con un paseo rítmico cómodo que nunca decolora. Su concepto permanece lírico del principio al fin; crea un foco para su energía y asegura que esto sigue un camino hacia la belleza. Voces frescas como ésta en la escena del jazz moderno demuestran que el buen gusto siempre persuadirá a la ávida ambición.
Apunte del tachero: Esperanza Spalding, en su primer trabajo discográfico como solista, Junjo. Me parece increíble que de alguien tan joven, aflore tanta madurez y sensibilidad, haciendo además algo tan difícil como tocar el bajo y cantar a la vez. La acompañan dos músicos Cubanos, al piano Aruán Ortiz y el baterista Francisco Mela. Nueve temas en su ópera prima. Cinco de ellos son composiciones propias: Mompouana, Perazuán, Junjo, Two Bad y Perazela; y los otros cuatro son versiones de temas archiconocidos como The Peacocks, de Jimmy Rowles; Loro, de Egberto Gismonti; Hampty Dumpty, de Chick Corea, y una conocida pieza del folclore de vuestro país, la famosa Zamba Cantora de Yala*.
Track listing
01. The Peacocks
02. Loro
03. Humpty Dumpty
04. Perazuan
05. Junjo
06. Cantora de Yala
07. Two Bad
08. Perazela
Artist list
Esperanza Spalding, bajo
Aruán Ortiz, piano
Francisco Mela, batería
DESCARGAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario