Con una agrupación de 14 músicos, el contrabajista editó "Cuatro", su segundo disco en formato de orquesta, que es una nueva muestra del efervescente momento creativo que transita la actual escena del jazz local. Con siete temas compuestos y arreglados por Otero, la orquesta de 14 músicos (cinco saxos, tres trompetas, trombón, dos guitarras, piano, contrabajo y batería) grabó "Cuatro" en tres sesiones consecutivas con todos los músicos tocando juntos y en algunos casos en tomas únicas.
Con una agrupación de 14 músicos, el contrabajista Mariano Otero editó "Cuatro", su segundo disco en formato de orquesta, que es una nueva muestra del efervescente momento creativo que transita la actual escena del jazz local y de su calidad compositiva e interpretativa.
Con siete temas compuestos y arreglados por Otero, la orquesta de 14 músicos (cinco saxos, tres trompetas, trombón, dos guitarras, piano, contrabajo y batería) grabó "Cuatro" en tres sesiones consecutivas con todos los músicos tocando juntos y en algunos casos en tomas únicas.
Este material, con una línea narrativa contundente y una sonoridad blindada que atraviesa distintos momentos, climas y estilos, se presenta con un show en vivo este jueves 1 de noviembre a las 22 en La Trastienda (Balcarce 460).
"Lo que más me atrae de la orquesta es la posibilidad de ir hacia un lugar desconocido artísticamente, el hecho de explorar sin red y sin miedo, la idea de abrir una puerta que no sabés a dónde conduce y tirar todo", aseguró Otero sobre el proyecto de la orquesta. "Me seduce también -agregó- todas las posibilidades que te abre la orquesta de contar cosas, la infinita cantidad de timbres que tenés a tu disposición.
Pensá que somos 14 tipos tocando y eso implica 14 personalidades diferentes, una variedad inmensa de colores y maneras de tocar que le dan al grupo una riqueza excepcional".
Telonero del quinteto de Dave Douglas a principios de mes y de la orquesta de Dave Holland el año pasado, Otero señaló que en este disco logró con la orquesta "ir mucho más adentro mío, desarrollar con más profundiad las composiciones, dar un paso más adelente en lo que estaba buscando en mi propuesta artística".
"Cuando hice el primer disco con la orquesta ("Tres" en 2006) gran parte del tiempo me lo insumió entender cómo funcionaba efectivamente un grupo grande y ahora creo que capitalicé toda esa experiencia y pude dedicarle mucho más tiempo a la escritura y a los arreglos para lograr un material en el que por primera vez no me quedó nada pendiente", aseguró el músico de 31 años.
Respecto del trabajo creativo, en composiciones que pueden ir desde un homenaje a James Brown con modos funky como en "Brown", a piezas más suaves y casi de salón como en "Buzzy" o "Hasta el cielo", algunas cercanas al rock como en "Zep" u otras de búsqueda en las formas como en "Espírutu", Otero manifiesta que "son caprichos, necesidades, inspiraciones". "Hago temas distintos porque es lo que necesito para sentirme atraído por la composición y además pienso en el disco como un todo, donde cada composición es un cuadro pero nunca dejo de tener la perspectiva de la exposición completa", remarcó.
"No me gusta expresar sólo una fase o un estado de mi espíritu -profundizó- sino la complejidad del todo con sus matices y distancias". Otero hace una aclaración "es un grupo grande, una orquesta pero no exactamente una big band, no busco ese sonido tan característico y particular, puedo sentirme tan atraído por Ellignton como por Stravinsky o el Mingus de formaciones pequeñas".
"Soy un orquestador muy libre -remarcó-, no tan técnico y cuando escribo necesito despegarme de todo, necesito como establecer un juego, muy en serio pero muy desinteresado de las formas consagradas; me gusta el ruido, la mugre, necesito que la raya salga del cuadro; ese es mi color artístico".
"Cuando escribo -concluyó- me gusta no tener plan o, si lo tengo, cambiarlo todo el tiempo. Me gusta partir en cada tema de lugares diferentes, eso me quita un poco de método pero me da otro tipo de método, me obliga a ser más creativo".
Juan Cruz De Urquiza, Mariano Loiácono y Richard Nant (trompetas), Juan Canosa (trombón), Rodrigo Domínguez, Ramiro Flores, Carlos Michelini, Gustavo Musso y Martín Pantyrer (saxos y clarinete), Hernán Jacinto (piano), Miguel Tarzia y Patricio Carpossi (guitarras), Sergio Verdinelli (batería) y Otero en contrabajo componen la orquesta que el jueves toca en La Trastienda.
Con siete temas compuestos y arreglados por Otero, la orquesta de 14 músicos (cinco saxos, tres trompetas, trombón, dos guitarras, piano, contrabajo y batería) grabó "Cuatro" en tres sesiones consecutivas con todos los músicos tocando juntos y en algunos casos en tomas únicas.
Este material, con una línea narrativa contundente y una sonoridad blindada que atraviesa distintos momentos, climas y estilos, se presenta con un show en vivo este jueves 1 de noviembre a las 22 en La Trastienda (Balcarce 460).
"Lo que más me atrae de la orquesta es la posibilidad de ir hacia un lugar desconocido artísticamente, el hecho de explorar sin red y sin miedo, la idea de abrir una puerta que no sabés a dónde conduce y tirar todo", aseguró Otero sobre el proyecto de la orquesta. "Me seduce también -agregó- todas las posibilidades que te abre la orquesta de contar cosas, la infinita cantidad de timbres que tenés a tu disposición.
Pensá que somos 14 tipos tocando y eso implica 14 personalidades diferentes, una variedad inmensa de colores y maneras de tocar que le dan al grupo una riqueza excepcional".
Telonero del quinteto de Dave Douglas a principios de mes y de la orquesta de Dave Holland el año pasado, Otero señaló que en este disco logró con la orquesta "ir mucho más adentro mío, desarrollar con más profundiad las composiciones, dar un paso más adelente en lo que estaba buscando en mi propuesta artística".
"Cuando hice el primer disco con la orquesta ("Tres" en 2006) gran parte del tiempo me lo insumió entender cómo funcionaba efectivamente un grupo grande y ahora creo que capitalicé toda esa experiencia y pude dedicarle mucho más tiempo a la escritura y a los arreglos para lograr un material en el que por primera vez no me quedó nada pendiente", aseguró el músico de 31 años.
Respecto del trabajo creativo, en composiciones que pueden ir desde un homenaje a James Brown con modos funky como en "Brown", a piezas más suaves y casi de salón como en "Buzzy" o "Hasta el cielo", algunas cercanas al rock como en "Zep" u otras de búsqueda en las formas como en "Espírutu", Otero manifiesta que "son caprichos, necesidades, inspiraciones". "Hago temas distintos porque es lo que necesito para sentirme atraído por la composición y además pienso en el disco como un todo, donde cada composición es un cuadro pero nunca dejo de tener la perspectiva de la exposición completa", remarcó.
"No me gusta expresar sólo una fase o un estado de mi espíritu -profundizó- sino la complejidad del todo con sus matices y distancias". Otero hace una aclaración "es un grupo grande, una orquesta pero no exactamente una big band, no busco ese sonido tan característico y particular, puedo sentirme tan atraído por Ellignton como por Stravinsky o el Mingus de formaciones pequeñas".
"Soy un orquestador muy libre -remarcó-, no tan técnico y cuando escribo necesito despegarme de todo, necesito como establecer un juego, muy en serio pero muy desinteresado de las formas consagradas; me gusta el ruido, la mugre, necesito que la raya salga del cuadro; ese es mi color artístico".
"Cuando escribo -concluyó- me gusta no tener plan o, si lo tengo, cambiarlo todo el tiempo. Me gusta partir en cada tema de lugares diferentes, eso me quita un poco de método pero me da otro tipo de método, me obliga a ser más creativo".
Juan Cruz De Urquiza, Mariano Loiácono y Richard Nant (trompetas), Juan Canosa (trombón), Rodrigo Domínguez, Ramiro Flores, Carlos Michelini, Gustavo Musso y Martín Pantyrer (saxos y clarinete), Hernán Jacinto (piano), Miguel Tarzia y Patricio Carpossi (guitarras), Sergio Verdinelli (batería) y Otero en contrabajo componen la orquesta que el jueves toca en La Trastienda.
Músicos:Richard Nant: trompeta y fluegelhorn
Juan Cruz de Urquiza: trompeta y fluegelhorn
Mariano Loiácono: trompeta y fluegelhorn
Juan Canosa: trombón
Ramiro Flores: saxo alto y clarinete
Rodrigo Domínguez: saxo alto y soprano
Carlos Michelini: saxo tenor y clarinete
Gustavo Musso: saxo tenor
Martín Pantyrer: saxo barítono y clarinete bajo
Patricio Carpossi: guitarra eléctrica
Hernán Jacinto: fender rhodes
Miguel Tarzia: guitarra eléctrica
Mariano Otero: contrabajo
Sergio Verdinelli: batería
TrackList:
01 - Brown
02 - Hasta el cielo
03 - Lomos
04 - Rebel
05 - Buzzy
06 - Espíritu
07 - Zep
Juan Cruz de Urquiza: trompeta y fluegelhorn
Mariano Loiácono: trompeta y fluegelhorn
Juan Canosa: trombón
Ramiro Flores: saxo alto y clarinete
Rodrigo Domínguez: saxo alto y soprano
Carlos Michelini: saxo tenor y clarinete
Gustavo Musso: saxo tenor
Martín Pantyrer: saxo barítono y clarinete bajo
Patricio Carpossi: guitarra eléctrica
Hernán Jacinto: fender rhodes
Miguel Tarzia: guitarra eléctrica
Mariano Otero: contrabajo
Sergio Verdinelli: batería
TrackList:
01 - Brown
02 - Hasta el cielo
03 - Lomos
04 - Rebel
05 - Buzzy
06 - Espíritu
07 - Zep
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